Fortaleciendo el afecto fraternal en la iglesia

Propósito: Reflexionar y propiciar un ambiente de buenas relaciones afectivas en nuestra iglesia.  

Lectura Bíblica: “Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo, y por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor” (2 Pedro 1:4-7)

INTRODUCCIÓN
El afecto, viene de la palabra griega “filadelfia” que significa “amistad al hermano”. Siendo así, el afecto es un proceso de interacción entre las personas. La amistad es definida por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como: “afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Estas definiciones son claras, el afecto fraternal debe cultivarse mediante el buen trato. La escritura dice, “y como queréis que hagan los hombres con vosotros,  así también haced vosotros con ellos” (Lucas 6:31 DHH).
I.              EL AFECTO FRATERNAL SE FUNDAMENTA  EN EL AMOR. ROMANOS 12:9-10
El comentarista Matthew Henry, escribe sobre Romanos 12:9-10, “El amor mutuo que los cristianos se profesan debe ser sincero, libre de engaño, y de adulaciones mezquinas y mentirosas. En dependencia de la gracia divina, ellos deben detestar y tenerle pavor a todo mal, y deben amar y deleitarse en todo lo que sea bueno y útil. No sólo debemos hacer lo bueno; tenemos que aferrarnos al bien. Todo nuestro deber mutuo está resumido en esta palabra: amor”. No hace falta hacer más explicaciones a lo que dice el comentarista. Veamos dos aspectos importantes.
a)    La sinceridad: el afecto que usted muestre a sus hermanos deber ser llano, franco, sin doblez, es decir la verdad. Usted no puede decir que ama a una persona si habla en mal de esa persona. La sinceridad es un valor, una cualidad que le permite hacer amigos. El afecto que usted muestre por las personas debe ser sincero, en amor puro. 1 Pedro 1:22.    

b)    La lealtad: en una amistad debe haber lealtad (honestidad), si usted quiere cosechar buenas relaciones sea leal a sus amistades. Un ejemplo de lealtad lo podemos encontrar entre los buenos amigos David y Jonatán (1 Samuel 19:1-2). Esto es lealtad.      

II.            EL SEGUNDO MANDAMIENTO DE MAYOR IMPORTANCIA EN LAS RELACIONES AFECTIVAS. MATEO 22:32-40
Pregunte a un hermano de la clase: ¿Cuál es el segundo mandamiento de mayor importancia?.
a)     Amar a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39
Nuestro prójimo se refiere a todas las personas. Pero en este estudio y por el enfoque que estamos dando sobre las relaciones afectivas, lo dejamos reducido, para dirigirnos a los hermanos de la iglesia. Un joven llamado Donald le dice a su buen amigo Eddy: “Eddy te amo”, rápidamente Eddy le contesta, “Tas loco vos hombre”. Es verídico, son los jóvenes de nuestra iglesia. El pastor predicando hace unas semanas atrás, dijo: “dígale al que tiene a la par, que lo ama”. Donald obedeció a lo expresado por el pastor, pero observe usted, lo interesante de esta historia. Cuando se trata de mostrar afecto a las demás personas, somos cohibidos, refrenados, reprimidos; nos da miedo, vergüenza o temor de ser espontáneos en decir te amo en el nombre de Cristo. Donald no tuvo ese problema, pero Eddy sí, le pareció algo raro este asunto. Podríamos decir, que es por la costumbre machista de nuestra sociedad, pues no es normal que un hombre le diga a otro que lo ama. Recordemos que no estamos hablando  amor erótico, sensual o apasionado. Si no del amor ágape. El hermano Joel le expresó eso mismo a su hermano Everth Castillo, él le dijo, “Hermano Everth lo amo”, ¡imagínese!, le contesta rápidamente el hermano Everth, con una sonrisa: “eso mejor dígaselo a su mujer”. Me rio de esto al escribir está parte, pero es cierto, todos tenemos dificultad para expresar cuánto amamos a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestras esposas, a nuestros familiares y a los hermanos en la iglesia, debemos mejorar día a día con estas pequeñas cosas.  
Pregunte a la clase, haga una pregunta a la vez y espere a que le contesten para hacer la siguiente: ¿Cuántos aman a sus hermanos en la fe? ¿Ama usted a su hermano que se sienta a su lado? ¿Ama usted a  los que se sientan delante y atrás de usted?  
Pida a los hermanos de la clase: Sería usted capaz de demostrar eso en este instante con solo el hecho del levantarse del lugar donde está y buscar a por lo menos cinco hermanos y decírselo.  ¡Hermano te amo en el Señor Jesús!


b)    Aplicación práctica en la iglesia del segundo mandamiento
¿Qué aplicación debemos dar a este mandamiento?. Simplemente cumplirlo. Usted debe amar a su prójimo. Debemos demostrarlo entonces, por ejemplo:
-       El beso: parece sencillo y algo de poca importancia, pero es esencial en las relaciones afectivas. Por algo Pablo expreso, “saludaos los unos a los otros con beso santo” (Romanos 16:16). En cuanto al beso Jesús exhorto a Simón: “Entré en tu casa y no me diste agua para mis pies;  pero ella ha regado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos.  No me diste beso;  pero ella,  desde que entré,  no ha cesado de besar mis pies” (Lucas 7:44-45). En nuestra cultura, el beso se acostumbra entre los sexos opuestos, entre las mujeres, entre padres e hijos. Sin embargo, muy pocos los practican en la iglesia, pero es muy bonito ver a dos hermanas en Cristo cuando se abrazan y se dan besos en las mejillas.

-       El apretón de manos: el saludo puede ser con un beso, pero también con un apretón de manos. Qué bien se ve cuando los hermanos nos saludamos con apretón de manos. Ahora bien, el apretón de manos usted puede darlo fuerte o delicado. No es correcto que un varón apriete fuertemente la mano de una mujer, debe ser suave, aunque hay algunas mujeres que si les gusta.

-       El abrazo: el saludo del abrazo es vigorizante. Sabía usted que el abrazo puede influir mucho en el  éxito de las personas. El abrazo da energía y es la forma de expresar aquello que no podemos con palabras. Alguien ha dicho que, se necesitan de 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 para mantenerse en forma, 15 para aumentar tus defensas corporales, 20 para estar feliz, 30 para ser una persona brillante y 40 para tener éxito en todo lo que emprendas. Recuerda el encuentro entre Jacob y Esaú, ellos se abrazaron (Génesis 33:4). El libro de Eclesiastés dice que hay tiempo para abrazar (3:5), creo y estoy seguro que la iglesia debe ser un lugar propicio para dar un buen abrazo a la mayor cantidad de hermanos.    

Pregunte a la Clase: ¿Cuántos quieren tener éxito en la vida?¿Cuántos abrazos necesitamos para tener éxito en la vida, quién lo recuerda?. Se necesitan 40 abrazos

Pida entonces a los hermanos que salgan de su lugar y comiencen a dar la mayor cantidad de abrazos que puedan. Anímelos mientras se están saludando y recuérdeles que son 40 los que se necesitan para tener éxito.    

-       La palabra expresada: otra forma de saludar es al expresar un “Dios te bendiga”, “Bendiciones en el  nombre de Cristo Jesús”, usted puede hacer uso de cualquier otra frase y sobre todo si es bíblica, mucho mejor. 

El escritor y autor Jhon Maxwell (2002), dice “haga que los demás personas se sientan personas especiales”, esto se logra mejorando el afecto fraternal, mediante pequeñas cosas que se vayan implementando entre los hermanos, como mejorar en el saludo que nos damos. Stan Toler (2000) argumenta que “la razón principal por la que gente asiste a su iglesia es el compañerismo”, las personas quieren y necesitan sentir ese afecto fraternal. Rick Warren (1998) dice, “comience y termine cada reunión haciendo que las personas se saluden unas a otras”, y sigue argumentado, en nuestra iglesia “al final de cada reunión les pedimos a todos que se den la vuelta y que saluden a tres (o diez, o a veinte) personas”. Esta actividad puede ser el motor que impulse un maravilloso cambio de actitud entre los nosotros como miembros de la iglesia.

CONCLUSIONES
El gran predicador Moody usaba la siguiente ilustración, titulada NO REGAÑAR 
“El que caza almas es sabio.” ¿Quieres ganar almas? No regañes ni trates a tus semejantes con torpeza.  No procures derribar todos sus prejuicios antes de haberlos llevado hacia la verdad. Algunos creen que tienen que voltear todo el andamiaje antes de que puedan comenzar a trabajar en el edificio.  Un joven predicador fue a la iglesia de un anciano pastor, y durante todo el sermón no hizo más que reprender a la congregación.  Cuando terminó, le preguntó al anciano qué tal le había parecido la predicación.  Este le dijo: “En casa tengo una vaca.  Cuando quiero leche, le doy de comer. Ni le grito ni le insulto.” Por D.L. Moody  

Estimado hermano, quiere tener buenas amistades, sea cortés con ellos. Muestre amabilidad, lo que usted siembre eso cosechará. Muestre aprecio y sea bondadoso, y verá los resultados.

Echando fuera el temor que ocasiona el mundo

  Salmo 27:13 -14 Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehov á en la tierra de los vivientes. ¡Espera en Jehová! ...