Una nueva oportunidad

Texto: Lucas 13:6 – 9.  Dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña,  y vino a buscar fruto en ella y no lo halló.  Y dijo al viñador: "Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo hallo.  ¡Córtala!  ¿Para qué inutilizar también la tierra?"  Él entonces,  respondiendo,  le dijo: "Señor,  déjala todavía este año,  hasta que yo cave alrededor de ella y la abone. Si da fruto,  bien;  y si no,  la cortarás después".

Introducción

Esta es una parábola de la gracia infinita que se refleja por doquier en las sagradas escrituras. Muestra precisamente la benevolencia de las segundas oportunidades que brinda Dios con la humanidad. La misma se desarrolla en un contexto cuando a Jesús se le cuenta lo que ha acontecido con dos grupos de personas (Lucas 13:1-5). Los primeros dicen ellos, perecieron en manos de Pilato y los segundos murieron en un accidente mientras se construía la torre de Siloé. Lucas no arroja más información de lo acontecido, solo las respuestas que brindó el Maestro a los comentarios que se le brindó. En todo caso, Jesús, les cuestiona, vea lo que dice la escritura:

“En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente”.

En la tradición judía, se pensaba que las desgracias y los pecados, estaban íntimamente relacionados (Comentario de W. Barclay). El hecho de que a una persona le sucediera algo malo, el pensamiento era que estaba en pecado. Jesús entonces, les dice de manera directa, ¿creen ustedes que estos hombres que mato Pilato o los 18 que murieron en el accidente eran más pecadores que ustedes?, la respuesta del maestro fue un rotundo no. La respuesta es, si ustedes hubiesen estado ahí en su lugar, los muertos fuesen ustedes. La cuestión es, tanto ellos como ustedes necesitan arrepentirse. Es así como el Maestro intenta hacer que su audiencia reflexione con la siguiente parábola.       

Desarrollo

Primero veamos:
1.      La oportunidad brindada en la viña

Aquí hay algo muy importante de analizar. La parábola habla de una viña, tener una viña significaba gozar de la disponibilidad de tierra, que por cierto en esos lugares de oriente, la buena tierra era y es escasa, razón por la que se debía aprovechar al máximo. El dueño podía cultivar aquellas plantas que le fueran para provecho. Entre ellas se menciona aquí, la higuera. La higuera es mencionada en el Antiguo Testamento como la planta de la cual Dios tomo las hojas para tapar la vergüenza  Adán y Eva cuando pecaron en el jardín del Edén. Fue de esta planta la que le receto una masa de higo el profeta Isaías, al rey Ezequías para curar su llaga. La higuera se acostumbraba sembrar en los viñedos por sus frutos y por su buena sombra, ya que debajo de ella la gente se protegía del sol.  

En Habacuc, se le menciona como una planta de las que se esperaba diese frutos se escribe:
“Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!” (Habacuc 3:17-18).

De manera, que se tenía siempre  una expectativa de la higuera. Este hombre esperaba algo bueno, esperaba frutos de la higuera. Sobre todo porque le había concedido un lugar en su viñedo, que bien podía haber sido para otra planta.
De igual manera, Dios a usted le ha concedido, un lugar especial, una oportunidad de brindar lo mejor de usted. El salmista expresa:  
“Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar” (Salmo 8: 4-8)
Observe, lo que expresa:
-         El ser humano es un poco menor que los Ángeles, es decir casi, casi ángeles.
-         Al hombre y la mujer se le ha coronado de favores, gloria y honra.
-    Le has nombrado mayordomo de la creación, todo cuanto hay en la tierra, lo has puesto bajo la administración del ser humano.
Dios le ha formado a usted a  mí con un propósito. Para que abundemos en buenas obras (2 Corintios 9:8). De manera que usted tiene un lugar especial en la creación, así como esta higuera gozaba de buena tierra y cuido del viñador. Usted también goza de las bondades de nuestro Dios. Ahora, mi estimado hermano, quiero que veamos, en segundo lugar:

2.      La oportunidad desaprovechada  

Dice la escritura así:
“Dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña,  y vino a buscar fruto en ella y no lo halló.  Y dijo al viñador: "Ya hace tres años que vengo a  buscar fruto en esta higuera y no lo hallo.  ¡Córtala!  ¿Para qué inutilizar también la tierra?" (Lucas 13:6).

A esta higuera se la había dado:
-         Un lugar en el viñedo.
-         Lógicamente ocupaba espacio y cuido, ambos aspectos no se le negaron.
-         Pero la higuera no produjo fruto.
-         Sino que más bien estaba malgastando: espacio, nutrientes y tiempo.

Ahora viene, aquí una pregunta, directa y fuerte para cada uno de nosotros. ¿Para qué ha servido  usted en este mundo?, ¿Cuál ha sido el propósito de su vida? ¿Qué frutos está dando?, o simplemente estas como la higuera sin dar los frutos esperados por el dueño de la viña.  

Observe lo que dice la Escritura:

Hace tres años que vengo a buscar frutos y nos los encuentro. Si Jesús viniera hoy, la cuestión es, encontrara frutos en nuestra vida. O simplemente nos hemos conformado a ser plantas de solo follaje sin dar frutos. Somos realmente plantas estériles. Vacíos como esa higuera. Para la higuera habían pasado tres años sin dar frutos. Tres años consecutivos que el Señor de la viña, había llegado con expectativas de encontrar frutos y no los había encontrados. Ahora, aquí algo importante, para que una higuera llegara a fructificar, necesitaba de 3 años desde que la semilla era depositada en la tierra. Observe entonces, el dueño lleva llegando tres años y más tres años para que diera frutos, en total esa higuera tenía seis años de edad. A  esa planta ya le había dado tres oportunidades. Era una planta que había demandado seis años de cuido, había pasado consumiendo nutrientes y agua todo ese tiempo y sin embargo lo había desaprovechado absolutamente.

Mis hermanos y amigos, esta parábola nos muestra que muchas veces así es la vida del hombre. Nos pasamos años tras años sin dar frutos, no reconocemos que nuestra vida es de Dios y para  Dios. El comentarista W. Barclay dice que “la parábola nos enseña que lo que no hace más que recibir no debe sobrevivir”.  Escuche lo que dice la biblia: “Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo hallo.  ¡Córtala!  ¿Para qué inutilizar también la tierra?".

Estoy seguro que todos los que siembran un frutal, esperan con expectativas de que en un tiempo prudencial esta planta haga mérito al esfuerzo del plantador. Pero que lastimoso es para él que al pasar el tiempo, esto no suceda. Lo práctico es que la corte y siembra otra.

Pero vea lo insólito que sucede por parte del labrador o viñador, veamos esto a continuación. En tercer lugar, sale a la luz:   

3.      La bondad de la intercesión

De lo que se expresa en esta parábola, el centro de la misma, lo vital de ella se encuentra inmerso en los versos 8 y 9. “Él entonces,  respondiendo,  le dijo: "Señor,  déjala todavía este año,  hasta que yo cave alrededor de ella y la abone. Si da fruto,  bien;  y si no,  la cortarás después".
Hay una intercesión por parte del cuidador, el viñador se había encariñado de la higuera, algo bueno seguía esperando. Para él no había sido una carga el cuidar y regar la higuera por seis años, había invertido su tiempo, pero no importaba con tal de conseguir una oportunidad más para ella. Observe lo que hace el viñador:

-         Primero, intercede ante el dueño del viñedo. Señor le dice, déjala todavía este año. Pide una prórroga para la higuera. El cuidador no repara en la debilidad, sino en la posibilidad de la oportunidad. 

-         Segundo, le dice al Señor, voy hacer algo más por ella, cavare y la abonare. El viñador está dispuesto a hacer todo lo que este a su alcance para ver si es posible que la higuera fluya en frutos.     

Estimados hermanos, de igual manera que este viñador se había encariñado con una planta de higuera, para él no era una simple planta. Piense ahora usted que es la imagen y semejanza del mismo Dios, usted es la creación de Dios. Hecho un poco menor que los ángeles. Como no va a sentir lo mismo que el viñador, amor. El amor de Dios, sigue fluyendo, por ello su hijo el gran viñador sintió compasión de usted y de mí. Él pidió al Padre otra oportunidad para nosotros, Dios no tomo en cuenta nuestros pecados, sino que la escritura dice, “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados” (2 Corintios 5:19). El viñador cavo y abonó. Cristo Jesús abono su sangre preciosa en la cruz del calvario para darle una oportunidad al ser humano.

Ahora, si bien es cierto, vemos una intercesión, también vemos que esta oportunidad que se brinda es con un compromiso que debe ser decisivo. En cuarto lugar podemos ver:

4.      Una nueva oportunidad decisiva  

Una nueva oportunidad, es eso, una posibilidad más, solo que el texto refleja algo muy interesante. Observe, lo que dice la escritura: “Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después” (Lucas 13:9). Muy bien, la oportunidad está dada. El Señor dueño de la viña, la concedió. El viñador hará su parte, dando todo su empeño, confiando en que se merece la nueva oportunidad. Pero ojo mucho ojo, el texto dice, si da fruto excelente, que emoción y que alegría;  pero si no da el fruto esperado entonces, ahora sí, córtala.

Esta oportunidad implica juicio mi estimado hermano, la porción dice, “si no, la cortaras después”, es decir, cuando regreses. Observe que el relato de la parábola, llega hasta ahí, no dice si la higuera dio o no los frutos. Esto es porque el final de la historia la tiene que escribir usted y nadie más que usted.

Durante más de dos mil años, de una y otra forma la Palabra el Señor nos ha llegado como abono fértil para nuestras vidas. Pedro le dijo a Jesús, a quien iremos, solo tú tienes palabras de vida eterna. La cuestión es, hemos dejado que su palabra sea la que abone nuestra vida y podamos ser hombres y mujeres que fructifiquen.

Dice Antonio Cruz, “vivimos el tiempo de la última oportunidad para poner fin a la pereza moral y a la indecisión humana. Ahora, hoy es el tiempo de acabar con ese comportamiento de vivir a espaldas de Dios…”. Es necesario reconocer que Dios es bueno, su inmenso amor con que nos amó, es tal, que nos dio a su único hijo para nuestra salvación. No despreciamos y malgastemos esta última oportunidad.   

Conclusión


Es necesario que todos vengamos ante nuestro Señor y dejemos que irrigue nuestra vida con su santo Espíritu, que su sangre nos limpie de todo estorbo y su divina misericordia cambie nuestro corazón de piedra en carne. Porque solamente así, lograremos dar frutos dignos de arrepentimiento. No desaprovechemos la oportunidad dada en Jesucristo.    

Preparación Total 24/7

Texto: Lucas 12: 35-40

Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;
y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.
Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.

Introducción
En una crónica deportiva en la que estaba narrando el gran boxeador Alexis Arguello, él mencionaba cierta conversación que había tenido con su colega de boxeo Oscar de la Olla. En esa ocasión el famoso Oscar de la Olla, acaba de perder contra su rival, razón por la que Alexis Arguello, le dijo, debes retirarte del boxeo a tiempo, es mejor que te recuerden como campeón. A esto el chico de oro, respondió, lo que pasa es que me confié y no me prepararé con tiempo. El resultado para el señor pugilista, fue la derrota. Esta historia, me hace reflexionar en la parábola que el maestro de maestro expresó a sus discípulos sobre la importancia de estar preparados.  

Desarrollo

Y es sobre esto que quiero que veamos en primer lugar:

1.      La importancia de la preparación

En maestro les dice, así: “Manténganse listos, con la ropa bien ajustada  y la luz encendida. Pórtense como siervos que esperan a que regrese su señor de un banquete de bodas, para abrirle la puerta tan pronto como él llegue y toque” (Lucas 12: 35-36 NVI).

La versión de la Biblia Reina Valera, habla de ceñirse los lomos, pero en esta otra versión, nos lo dice más claro. Tiene que ver con la ropa, en la antigüedad las personas se vestían con túnicas que les llegaban hasta debajo de las rodillas, de manera que, para realizar una  actividad que les exigiera rapidez y esfuerzo, esta vestimenta se los impedía, razón por la que debían ajustársela, es decir, ceñir sus lomos; esto consistía en recogerse la túnica y hacerle un amarre con un cinto a nivel de la cintura, de manera que les dejara libre las rodillas para cualquier movimiento.     

En la biblia podemos encontrar que la frase, “ceñirse los lomos”, siempre denota una acción a realizar. Poe ejemplo, Dios le manda a decir al pueblo hebreo cuando están a punto de salir de la esclavitud de Egipto, “Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová” (Éxodo 12:11). Todo en este verso, expresa una preparación total, no debe quedar nada suelto. Deben estar bien ajustados los vestidos, con calzados los pies y bordón y listos para emprender el viaje a la tierra prometida. El pueblo hebreo debía prepararse porque el momento de su liberación de la esclavitud había llegado. Esa preparación total, es la que demanda Cristo para todos los que aman su venida.      
El evangelio de Lucas, dice, “Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida”.

Observe todo lo que implica esta porción de la escritura, les dice, que deben tener las lámparas encendidas. Para que una lámpara de su destello de luz, debe estar con aceite. Recuerde también la parábola de las diez vírgenes, ahí también se menciona el tener las lámparas listas y encendidas. En ambas se habla del regreso de una persona importante, el esposo para las señoritas y en la otra el amo de la casa. Lo importante en los dos relatos es el inminente regreso de su Señor. Le pregunto, ¿usted le está esperando?

Ahora, mi estimado la importancia de estar preparados la encontramos en el  verso 36: “y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.

Tres cosas acá, la llegada, el llamamiento y abrir la puerta. Todo esto se debe dar con prontitud y diligencia. Enfatizo, lo último, le abran en seguida. Estoy seguro que  a nadie le gusta, le es desagradable, llegar  a una casa, llamar y llamar y que se tarden en abrir. Usted puede medir en parte del éxito de la comida rápida, por algo se le llama así, comida rápida, y es que ellos deben cumplir las exigencia de sus clientes y saben que no pueden pasarse de media hora para hacerle llegar sus alimentos. Saben que si cumplen con ello tendrán siempre a  ese cliente llamando. En este caso usted es su señor, porque es el que paga y usted se siente bien porque le responden en seguida.

Se imagina a nuestro Dios, como ansia que usted escuche su llamado y este presto a responderle. Apocalipsis 3:20, nos dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Esto es maravilloso. Jesús es el Señor que está llamando a nuestra puerta del corazón. La pregunta es, tienes ceñidos tus lomos y encendida la luz de tu lámpara.

Es por ello que en segundo lugar mis hermanos, le quiero expresar que:

2.      La preparación debe ser permanente

El pugilista que mencionamos al inicio dijo, lo que pasa es que me confié y no me prepararé con tiempo. Hay una pregunta que debe marcar nuestra vida diaria. ¿Estoy preparado, para la venida de mí Señor y mi Salvador? O simplemente vamos a decir, es que me confié y no me prepare.
Escuche lo que dice el verso 38: “Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos”.

La porción habla de la segunda y tercera vigilia, es decir a la medianoche o la madrugada.  Esto tiene que ver con lo que escribe el apóstol Pedro cuando dice: “el Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Es decir, no importa el tiempo, si será a la media noche o en la madrugada, lo importante es que estemos preparados. Aunque haya gente que te diga, desde que están diciendo que el Señor ya viene y nada, usted con todo debe estar en vigilia constante.

Observe que el verso 37 (a), dice que son “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando. Se refiere a aquellos que estén activos, los que están despiertos, a la expectativa. Es decir, a los que estén preparados.     

El apóstol Santiago escribe algo maravilloso con respecto a este asunto:

“Por tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia.  Así también ustedes, manténganse firmes y aguarden con paciencia la venida del Señor, que ya se acerca” (Santiago 5:7-8).

Dos aspectos importantes dice esta porción, la paciencia y mantenerse firme. La paciencia es no desesperarse, es tener calma. Así, como el agricultor espera un tiempo para ver sus frutos después de muchos días de haber depositado la semilla en la tierra. Esto también implica mantenerse firme en lo que hemos creído, el Apóstol Pablo, le escribe a Timoteo, “pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido” (2 Timoteo 3:14).

Un boxeador debe tener firmeza en su disciplina de entrenamiento si quiere triunfar. Durante un tiempo debe dedicarlo a un mayor entrenamiento de lo normal. Debe mantener disciplina de abstenerse de muchas cosas, entre ellos los vicios. Es altamente perjudicial para ellos, por ejemplo el fumar. Debe establecer una dieta para mantenerse en el peso de su categoría y otras muchas cosas más, todo esto con el propósito de tener mayores posibilidades de salir triunfante.

La vida del cristiano, debe ser una preparación permanente, las 24 horas, los siete días de la semana. Que no se le olvide que “el que persevere hasta el fin,  este será salvo” (Mateo 10:22). Pablo le dice a Timoteo, “ejercítate para la piedad;…, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera” (1 Tim 4: 7b y 8c).

Ahora bien, mi estimado hermano veamos lo siguiente, quiero que en tercer lugar observemos.

3.      Los resultados que se obtienen al estar preparados

El maestro les dice a los discípulos:

“Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles” (Lucas 12:37). Jesús dice, que son dichosos los que estén perseverando, los que estén con sus lumbreras encendidas al momento que el Señor regrese, no importando la hora de la noche o de la madrugada.

Encontramos dos enseñanzas en cuanto a los resultados de estar preparados:

La primera de ellas, es que usted se convierte en el invitado y no en el sirviente. Pasa de estar de pie a estar sentado a la mesa; pasa de ser, del que come de último  al que le sirven de primero. Pasa de comer de lo que sobra a comer del plato principal del banquete. Pero sobre todo, dice la porción de la escritura que el mesero, el sirviente que te atiende es el Señor. Es Jesús mismo el que se ciñe y te dice que te sientes a la mesa y que él viene a servirte. Que maravillosa dicha la de usted mi hermano. Cristo Jesús, es quien sirve a la mesa. Lo hizo en la cruz, dándote la salvación y la vida eterna. Su palabra dice, “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”  (Juan 6:35).

Recuerde le mencione hace un momento, que Pablo le dice a Timoteo que se ejercite en la piedad, pues el hacerlo le es provechoso en esta vida y también en la venidera. Es decir, nos asegura la salvación plena en Jesucristo.   

La segunda enseñanza, sobre el resultado de estar preparados, es una advertencia contra el adversario. El verso 39 dice,  “pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa”.

En la parábola, Jesús nos dice que a nuestro hogar o a nuestra vida, no solo puede llegar nuestro Señor, sino también está la posibilidad de que llegue el malhechor. El apóstol Pedro, dice: “sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1Pe 5:8). El llamado de Pedro y de nuestro Maestro es estar velando. Debemos estar preparados y poner resistencia en las puertas espirituales de nuestra vida para evitar que el ladrón entre y hurte lo que no le pertenece.

Nuestra actitud debe ser de acuerdo a lo encomendado por Jesús. “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41).

Conclusión


En conclusión mí estimado hermano. Usted y yo debemos estar preparados y vigilantes las 24 horas del día, los siete días de la semana, para que cuando el Rey de Reyes y Señor de Señores venga, nos encuentre con las lámparas encendidas y podamos gozar de su divina presencia por toda la eternidad. A él y solamente a él sea toda la gloria. Dios les bendiga. Amén.   

Factor Espiritualidad Contagiosa

Este es un estudio realizado en nuestra iglesia y queremos compartirlo con ustedes. Estamos seguros que si usted es un líder en la iglesia o quiere servir en el liderazgo, los resultados de este estudio le serán de mucha utilidad. 

En este sentido, esta unidad es parte de un diagnóstico realizado a la Iglesia del Nazareno, Los Cerros. En el se contemplan ocho factores que ejercen influencia en el crecimiento de las iglesias. Se evalúa el liderazgo capacitador, los dones espirituales, la espiritualidad contagiosa, la estructura organizativa, el culto inspirador, las células integrales, evangelismo según las necesidades y las relaciones afectivas. En este apartado les presentamos el tercer factor, que denominamos capítulo 3, Factor Espiritualidad contagiosa

En la pregunta, ¿Qué ministerio de la iglesia trabaja más por el crecimiento espiritual de la iglesia? Los resultados  obtenidos  son similares para los estratos de mayores y menores de 40, ya que, consideran que Escuela Dominical es quien trabaja más por el crecimiento de la iglesia en un 54, 29% y 54,55% respectivamente, seguido por Evangelismo en un 34, 29% y 36, 36% para cada uno; sin embargo, el estrato de los jóvenes opina lo contrario, debido a que el 67,74% considera que es Evangelismo quien trabaja más, seguido por Escuela Dominical con un 29,03% (ver gráfica 3.1).

Al observar los resultados totales, el 46% de los encuestados considera a Escuela Dominical como el ministerio que vela por el crecimiento espiritual de la iglesia y el 45,45% estima que es el ministerio de Evangelismo el que hace este trabajo. La Iglesia cuenta con seis ministerios, pero de acuerdo a la percepción de los miembros, sólo dos de ellos están trabajando por el crecimiento espiritual de la iglesia.


El apóstol Pablo le escribe a la Iglesia de Corinto, “porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo,  tanto judíos como griegos,  tanto esclavos como libres;  y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.  Además,  el cuerpo no es un solo miembro,  sino muchos” (1 Corintios 12: 13-14 RV). En este sentido, el crecimiento espiritual de la iglesia, no pude recaer en uno o dos ministerios, sino que todas las estructuras organizativas de la iglesia deben enfocar su trabajo en las necesidades espirituales de sus miembros de acuerdo a las funciones que les han sido asignadas.   

También el apóstol Pablo le dice a Timoteo, “dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos” (1 Tim 4:13 DHH), es deber de cada líder el procurar que las demás personas en la iglesia puedan crecer espiritualmente. Ahora bien, el crecimiento demanda tiempo; sin embargo,  hay personas que pueden estar muchos años en la iglesia pero sin crecer. Observe que Pablo le dice a Timoteo, dedícate a leer, es decir estudia, si haces eso, entonces podrás animar e instruir a los hermanos. Esto de la educación lo afirma también Pedro cuando escribe, “desead,  como niños recién nacidos,  la leche espiritual  no adulterada,  para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2:2 DHH).    
  
En la pregunta, ¿Considera usted que los líderes de la iglesia proveen un modelo de espiritualidad entusiasta?   Los tres estratos respondieron de forma similar, mostrando así en los resultados totales que el 94% de los encuestados considera que Algunos de los líderes proveen este modelo (ver gráfico 3.2).
     


El apóstol Pablo le escribe a Timoteo: “Vosotros vinisteis a ser imitadores nuestros  y del Señor,  recibiendo la palabra en medio de gran tribulación,  con el gozo que da el Espíritu Santo(1 Timoteo 1:6 RV). No se puede obviar que como seres humanos se batalla día a día contra las asechanzas del enemigo, pero esto no debe afectar la espiritualidad que Dios ha puesto en la vida de cada creyente. El apóstol Pablo, en su carta al joven Timoteo le señala que a pesar de las tribulaciones su apostolado había sido firme y reconocido, siendo ese el modelo que siguieron muchos incluyéndolo a él. También, el mismo apóstol le dice a Timoteo que sea ejemplo en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

Jhon Maxwell (2003) dice:No serás un entusiasta mientras no creas que la pasión puede hacer  la diferencia en tu vida”.  Los miembros de las iglesias, siempre están a la expectativa de la conducta de los líderes, quieren ver la forma en que enfrentan y resuelven sus problemas, cómo reaccionan ante los conflictos internos y externos; la espiritualidad entusiasta puede identificarse en una vida rebosante, llena de Dios.

Por todo lo anterior, los líderes de la iglesia deben experimentar lo que dicen, predicar con el ejemplo, demostrar que los frutos del espíritu están dentro de sus vidas y sólo así se podrá proveer en la iglesia ese modelo de vida a seguir.
  
Al preguntar, ¿Tiene usted un tiempo devocional a solas con Dios y su palabra? Los      resultados generales muestran que el 67% de los encuestados respondió que Algunas veces, el 30% dijo que Siempre y un 3% dijo que Nunca (ver gráfico 3.3). Estos resultados tienen relación con los obtenidos en la pregunta anterior, ya que, se logra identificar que para que los líderes puedan ser un modelo de espiritualidad entusiasta, deben practicar los tiempos devocionales a solas con Dios; la necesidad de Dios es un reconocimiento personal, que logra transmitirse o contagiar a los demás a medida que se practica y se demuestran los resultados obtenidos. 


Jhon Maxwell (1998) dice: “La diferencia entre lanzar rápidamente unas cuantas oraciones cuando tiene el momento y emplear un tiempo devocional de calidad con Dios es como la que existe entre comprar comida rápida y comer en un buen restaurante. Muchos cristianos solo han recibido comida rápida en sus vidas en el aspecto espiritual; nunca han tenido la experiencia del banquete que Dios tiene para ellas. He descubierto que hay dos razones principales por las que las personas se pierden los estupendos períodos de oración con Dios: falta de deseo y falta de estrategia práctica para orar diariamente”. Esta experiencia es una de las bases fundamentales para alcanzar el Desarrollo Integral de la Iglesia, pero no se debe perder de vista que quienes tienen que desarrollarse integralmente y en primer orden son los líderes, porque no podrán hacer que otros alcancen, lo que ellos ni siquiera conocen.


 El apóstol Pablo escribiéndole a la iglesia de Éfeso les dice: Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu,  y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos (Efesios 6:18 RV). La oración como parte del devocional, ayudará a cualquier cristiano a resistir las luchas, que de acuerdo al apóstol, no es contra sangre y carne, sino contra principados, potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes; por tanto, este es un consejo que cada persona que desea crecer espiritualmente debe hacerlo suyo.
  
En la pregunta, ¿Considera usted que los cultos en la iglesia se han convertido en pura rutina? Los resultados totales muestran que el 49, 50% de los encuestados dicen que Algunas veces los cultos son rutinarios, el 19,80% estima que la Mayoría de las veces, el 16,83% dice que No y el 13,86 dice que (ver gráfica 3.4).


A medida que la tecnología avanza, el ser humano se desarrolla porque tiene que adecuarse a las exigencias del mercado, a la competencia, a la modernización. La iglesia no escapa de esto; aunque hay quienes piensan que adaptarse al modernismo desde la iglesia, es cambiar la buena nueva de Jesucristo y acomodarse a las diferentes realidades de quienes viven en el error o en el pecado, incluso se habla de cambio de doctrina denominacional; sin embargo, Maxwell (2000) escribe: “Abandona tu rutina hoy y haz algo distinto que te obligue mental, emocional o físicamente. Los retos nos cambian para bien. Si realmente quieres empezar a crecer, haz de los nuevos retos parte de tu actividad diaria”. Es una alerta que los miembros de la iglesia piensen que los cultos son pura rutina aunque sea Algunas veces; pero de no prestarle atención a esto hoy, se podrían encontrar muchas iglesias vacías mañana. 

Hay líderes que se resisten al cambio por temor a la opinión o postura que pueden adoptar las personas mayores de la iglesia, pero estos cambios no deben realizarse de manera brusca, debe ser un proceso en el cual se vaya alcanzando un equilibrio entre el ambiente más  agradable para cada estrato de la iglesia, sobre todo, cuando los mismos adultos (Mayores de 40) están considerando que Algunas veces los cultos son rutinarios.

 En la pregunta, ¿Puede una iglesia vivir en espiritualidad sin orar, ayunar, y sin practicar el amor al prójimo? Las respuestas coincidieron para los tres estratos, obteniendo un resultado total de 98,99% de quienes dijeron que no se puede vivir en espiritualidad sin estas prácticas y un 1,01% que consideraron que (ver gráfica 3.5). A pesar de estos resultados, cuando se preguntó acerca de tener tiempo devocional a solas con Dios y su palabra, el 67% contestó que Algunas veces (ver gráfica 3.3), lo que significa que no es una práctica común dentro de la iglesia. Si bien es cierto que, la oración es el medio por el cual nos ponemos en comunicación con Dios,  es necesario recuperar la práctica de la oración, sobre todo con las nuevas generaciones.

 El apóstol Pablo le escribe a la iglesia en Éfeso: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo (Efesios 6:11 RV). La oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a través de la cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo nos comunicamos con Dios. Es la forma en que presentamos nuestra confesión, pedidos, intercesiones, acciones de gracias, etc., a nuestro santo Dios.  Algunos requisitos personales para la oración son un corazón puro, fe en Cristo y orar conforme a la voluntad de Dios” (Diccionario La Palabra).

El Señor Jesús a través de sus enseñanzas hizo énfasis en que era necesario orar y ayunar, a tal punto que El mismo enseñó a sus discípulos a orar con el popular Padre Nuestro. El cantante cristiano Oscar Medina dice: “el poder del cristiano está en la oración, el que ora constante vencerá en todo tiempo la tentación……”

“Ayunar es privarse de alimentos por un período determinado con un propósito específico, a menudo espiritual. Es una práctica bíblica que involucra el "debilitamiento" del cuerpo con el propósito de "fortalecer" el espíritu, destinado a producir una alerta espiritual” (Diccionario La Palabra). Es necesario retomar estos conceptos y enseñarlos nuevamente a la congregación, de manera que, produzca en los hermanos una madurez espiritual y un llamado hacia el compromiso.

El amor al prójimo, junto con el primer mandamiento que es, Amar a Dios sobre todas las cosas,  es el resumen de toda la ley expresada por el mismo Jesús. La iglesia no tendría razón de ser, si no fuera por el mandato bíblico de hacer discípulos a las naciones, es decir, a nuestros prójimos.


Al preguntar, ¿Sabe usted si nuestros líderes se reúnen regularmente para orar y ayunar? Las respuestas de los tres estratos concuerdan, ya que el 88% de los encuestados dice que no saben si los líderes se reúnen para orar y ayunar y sólo el 12% dijo que (ver gráfica 3.6). Nuevamente, los resultados de esta pregunta se relacionan con los obtenidos en la pregunta de la gráfica 3.2, en donde la mayoría de los encuestados consideró que sólo Algunos de los líderes poseen un modelo de espiritualidad entusiasta, lo cual es obvio, porque si los miembros de la iglesia desconocen si sus líderes se reúnen para orar y ayunar, siendo estas las bases espirituales que fortalecen a los cristianos, no se puede esperar que los consideren como modelos de espiritualidad.

 Por tanto, es importante también retomar la pregunta anterior (gráfica 3.5) y hacer hincapié en la necesidad de establecer mecanismos de incentivación para los líderes y miembros de la iglesia para poder crecer espiritualmente a través del ayuno y oración, no perdiendo de vista que un modelo es un guía a seguir; lo que el líder no hace, no puede esperar que lo hagan sus discípulos.

 En la pregunta, ¿Tiene usted el deseo de aprender algo nuevo de parte de Dios? Los tres estratos coinciden en sus respuestas, ya que, el 99% respondió que tiene el deseo de aprender algo nuevo y sólo el 1% dijo que no. A pesar de las debilidades encontradas en las preguntas anteriores, esta es una buena oportunidad que tienen los líderes de la iglesia para echar a andar todo un plan de restauración espiritual que sea integral.


Cuando se habla de algo nuevo, no se trata de otra doctrina, ni de modernismo, sino de cómo hacer atractivas las enseñanzas bíblicas, utilización de nuevos métodos que transmitan el mismo mensaje, sin seguir cayendo en la tradición y rutina con la que se ha venido trabajando dentro de la iglesia. 

 Finalmente, en la pregunta  ¿Le gustaría a usted integrarse a un grupo de estudios para  aprender acerca de los fundamentos de la fe? (oración, lectura bíblica, adoración, liderazgo, etc.). El 93,94% de todos los encuestados respondió que le gustaría y un 6,06% dijo que no le gustaría. Estas respuestas reafirman las de la pregunta anterior (gráfica 3.7), en donde en su mayoría manifestaron querer aprender algo nuevo de parte de Dios. Actualmente, la iglesia dispone de grupos de enseñanza (Escuela de Liderazgo) que inició en el año 2011 y se espera graduar en este año (2012) a más de treinta hermanos en la especialidad de ministerio de compasión; asimismo, se acaba de iniciar en este mes de junio 2012, la fase N0. 1 de Escuela de Liderazgo aproximadamente veinte hermanos más. Con estos grupos, se está despertando un interés en los miembros por estar integrados en alguna área de trabajo a través del descubrimiento de sus dones y talentos.

 Los líderes de la iglesia deben promover el involucramiento de los miembros en aquellas áreas que sientan que se pueden desempeñar, es importante capacitar al relevo generacional, esto permitirá el fortalecimiento de aquellos ministerios que hasta ahora se consideran como innecesarios.

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Echando fuera el temor que ocasiona el mundo

  Salmo 27:13 -14 Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehov á en la tierra de los vivientes. ¡Espera en Jehová! ...