Busque la bendición de sus padres


Texto: Génesis 27
Título de la Serie: La Bendición Generacional
Tema: Busque la bendición de sus padres

Introducción

Después de obtener la salvación que es la bendición más grande de parte de nuestro Dios, creo que lo segundo que debemos buscar es la bendición de nuestros padres. En esta ocasión quiero que veamos este asunto.

Desarrollo
1.  Tenga en alta estima la bendición de sus padres

Para entender por qué Jacob se queda con la bendición de su padre aun siendo el menor, es necesario retroceder un poco en la historia. En Génesis 25: 27-34 encontramos que en cierta ocasión cuando Esaú regresaba del campo encontró que Jacob preparaba un delicioso guisado. De manera que le dice a su hermano, dame de lo que estas cocinando. A esto Jacob responde, primero véndeme  tus derechos de hijo mayor.

Esto muestra que Jacob tiene un alto concepto de los derechos de la primogenitura. En la ley (Deuteronomio 21:17) se establece que el hijo mayor se le dé el doble de la herencia. Pero, quizás Jacob no estaba interesado en lo material sino en la palabra que expresaría su padre al hijo al mayor.

Para Esaú la primogenitura no era importante, usted puede ver eso en el relato de Génesis 25: 32

Entonces Esaú dijo:
—Como puedes ver, me estoy muriendo de hambre, de manera que los derechos de hijo mayor no me sirven de nada.

Para este hijo primogénito, los derechos de hijo mayor son cualquier cosa. Pues se puede deducir, por la forma en que responde, que él es capaz de vender lo sagrado cuando está en el más mínimo apuro. Por no comer en ese momento, Esaú no se iba a morir de hambre. Pero,  en esta situación de hambre momentánea, expresa, “los derechos hijos mayor no me sirven de nada”.

Es una lástima pero así hay hijos hoy.   Yo he visto como hijos venden en un dos por tres las herencias que sus padres les dejan. Los padres trabajaron duramente y los hijos hacen fiesta con la herencia que les dejan.

Hay quienes comienzan a malgastar los bienes de sus padres sin que estos hayan partido con el Señor. Son abusivos, muchas veces los padres ni cuenta se dan cuando las escrituras ya están a nombre de un sinvergüenza hijo. Otros les dicen a sus padres igual que el hijo prodigo, a mi deme ya mi herencia y cuando ven, muchos están en la ruina. Por favor tenga en alta estima la bendición.

Jacob le dijo a su hermano Esaú:
 Dijo Jacob: Júramelo en este día.   Él se lo juró, y vendió a Jacob su primogenitura (v. 33).

Para Jacob la bendición era de alta estima. Cuando algo en nuestra vida es de alta estima, entonces nos sacrificamos por ello. Cuando un joven está enamorado de su novia, y se le hace noche haciendo la visita y él sabe que tiene que regresar por lugares oscuros pero saca coraje anhelosamente. Igual debe suceder con la bendición.

En segundo lugar:
2.  Busque anhelosamente la bendición de sus padres

Tiempo después de aquel trato entre Jacob y Esaú, acontece que el padre Isaac envejece y le dice a su hijo mayor Esaú que pronto partirá de este mundo y que necesita darle la bendición (Génesis 27:1-4). Hay quienes dicen que Jacob es un tramposo, porque robo la bendición a Esaú. Particularmente creo que no. Jacob pago con un guisado a Esaú su derecho a ser bendecido como primogénito, y ahora que el padre le dice que lo a bendecir, su deber era decirle al viejo, padre ese derecho ya no es mío, sino que es de Jacob, yo hice un trato con él hace unos años atrás y la verdad es que ahora le pertenece a él.

 El tramposo es Esaú, está faltando a su juramento. Jacob antes de darle la comida le dijo “Júramelo en este día. Él se lo juró, y vendió a Jacob su primogenitura (25: 33)”. Pero ahora muy campantemente se va de caza a buscar un animal para hacerle el guisado a su padre y así obtener su bendición que ya no le pertenecía.

A como decimos por ahí, ante una acción, una reacción. Usted ya conoce muy bien la historia. Jacob aconsejado por su madre, hace toda una estrategia para llegar ante su padre y recibir así la bendición que él había comprado.

Génesis 27: 9-12 dice: La mamá le dice a Jacob.

Ve ahora al ganado y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras,  y haré con ellos un guisado para tu padre,  como a él le gusta. Tú lo llevarás a tu padre,  y él comerá,  para que te bendiga antes de su muerte.  Pero Jacob dijo a Rebeca,  su madre: --Mi hermano Esaú es hombre velloso, y yo lampiño. Quizá me palpará mi padre;  me tendrá entonces por burlador y traeré sobre mí maldición y no bendición.

Observe usted la respuesta que da Jacob ante la propuesta de su madre. Queda demostrado acá la importancia y la relevancia que tenía para él la bendición y lo peligroso de jugar con ella. Parafraseando a Jacob, quizás pudo haber dicho: pero mamá, eso puede ser peligroso, querer engañar a mi padre, ¿cómo es posible hacer eso?,  Esaú es velludo y yo soy lampiño. Mamá, si papá me descubre en vez de alcanzar bendición puedo recibir maldición para mi vida. Esto es muy peligroso. Jacob tiene bien claro lo que significa ser bendecido por su padre.

Las palabras de su madre fueron alentadoras, ella le dice:
Su madre respondió: --Hijo mío,  sea sobre mí tu maldición;  solamente obedece a mi voz: vé y tráemelos (27:13).

Hay una pregunta ¿Por qué Rebeca prefiere que Jacob reciba la bendición y no Esaú?, será que quería más a uno que al otro. Realmente solo ella y Dios lo saben. Pero podemos deducir porque no estaba de acuerdo con la intención de su marido.
Por lo menos se pueden mencionar tres cosas:

a.    La profecía que ella recibiera durante su embarazo (25: 21-26), “el mayor estará sujeto al menor”     
b.    El casamiento de Esaú con mujeres cananeas (26:34-35), la escritura dice que estas mujeres de Esaú le amargaron la vida a Isaac y a Rebeca.
c.    El otorgamiento legal de la primogenitura por parte de Esaú a Jacob mediante el juramento hecho cuando recibió la comida.  
Esaú no se preocupaba por los derechos de hijo mayor para nada.

3.  Aférrese a la bendición de sus padres

Observe usted como Isaac bendice a su hijo Jacob:
Génesis 27:27 - 29 Cuando Jacob se acercó para besarlo, Isaac le olió la ropa. Entonces lo bendijo con estas palabras: “Sí, este olor es de mi hijo. Es como el olor de un campo bendecido por el Señor. Que Dios te dé la lluvia del cielo, las mejores cosechas de la tierra, mucho trigo y mucho vino. Que mucha gente te sirva; que las naciones se arrodillen delante de ti. Gobierna a tus propios hermanos; ¡que se arrodillen delante de ti! Los que te maldigan serán malditos, y los que te bendigan serán benditos.”

Recuerda que la semana pasada dijimos que Jacob cuando bendijo a José le dijo “Tu padre te bendijo más de lo que mis padres me bendijeron”. Sí, es cierto, no estamos hablando de cosas materiales sino de la palabra dada. Compare usted como bendijo Isaac a Jacob y como Jacob bendijo a José.  Pero lo que quiero que veamos es que Jacob se aferro a esa bendición.

Jacob, bien hubiese dicho mi padre ahora tiene la obligación de darme mi herencia como hijo mayor. Dijimos que era el doble. La sagrada escritura dice que Isaac había prosperado en esa tierra.

Observe lo que dice la Escritura en Génesis 26:16-16. Leerlo. 
Sin embargo, Jacob se va sin nada, para la tierra de su Tío Labán. Sólo con la bendición (Génesis 28: 1-4). Pero que mejor que eso, la bendición es mejor que los bienes materiales, con la bendición podes llegar a tener las cosas materiales porque así es como el Señor actúa. La misma biblia dice que Jacob fue prosperado en gran manera.

Escuche lo que dice la biblia acerca de Jacob.

Génesis 30:43  De esa manera Jacob se hizo muy rico y llegó a tener muchas ovejas, esclavos, esclavas, camellos y asnos.

Salió sin ningún peso, pero encuentra trabajo, encuentra esposas. A su abuelo Abraham le costó mucho llegar a procrear un hijo (el de la promesa). Su padre Isaac engendro dos, pero Jacob llega a tener 12 hijos. Se hizo muy rico, tenía muchas ovejas, esclavos, esclavas, camellos y asnos. La riqueza en aquellos días se media por la cantidad de animales que poseía un hombre.   

Conclusión
Lo mejor lo que puedes obtener es la bendición de tus padres. Así que, búscalas y tenlas en alta estima.

La importancia de la bendición generacional


Texto: Génesis 49:1-27
Título de la Serie: La Bendición Generacional
Tema: La importancia de la bendición generacional

Introducción

En esta noche vamos a empezar con una serie titulada la bendición generacional, para hoy el tema es la importancia de la bendición generacional. Quiero que esté atento a la palabra de Dios, porque vamos a enseñar sobre qué es la bendición, cuál es el propósito de bendecir  y por qué debemos pasarla a  nuestros hijos e hijas.

Veamos algunos aspectos de la bendición que trasmite Jacob a sus hijos.
Desarrollo

1.     ¿Qué es la bendición paternal (maternal)?

Veamos lo que nos dice acerca de esto, el comentario bíblico mundo hispano, señala que “La bendición patriarcal a la generación siguiente era muy importante. Por ello Jacob, antes de morir, reúne a sus doce hijos y los bendice. La bendición consiste en pronunciamientos con referencia a eventos del pasado, situaciones del presente y visión del futuro como historia desde la perspectiva de Dios y sus promesas”.  Que interesante, son pronunciamientos desde la perspectiva de Dios, esto quiere decir que para bendecir debe ser de acuerdo a la santa escritura, ahí están las promesas más hermosas para declarar y las advertencias necesarias de parte de Dios.    

Escuche lo que dice el verso 1: “Llamó Jacob a sus hijos,  y dijo:   --Acercaos y os declararé lo que ha de aconteceros en los días venideros”. Jacob está definiendo el rumbo de sus hijos en el futuro, él dice, “os declararé”  lo que les sucederá en los próximos años.  
Muchas personas van donde agoreros o adivinos para que les lean la suerte. Muchos leen el horóscopo para definir su día de trabajo. A muchos les gusta le lean las cartas, la tasa de café; en fin un sinnúmero de cosas para saber qué les depara el futuro. Pero usted y yo debemos venir a la fuente de toda bendición que es Dios. Su palabra nos enseña que los padres son responsables de bendecir y amonestar a los hijos para orientarles hacía un mejor futuro.    

Pregunto rápidamente, ¿usted qué va declararles a sus hijos?, ¿qué quiere usted que acontezca en el futuro de sus hijos e hijas?. Yo quiero que mis hijos sean profesionales exitosos, sean empresarios prósperos, que gocen de buena salud, que sean cabezas y no colas, que encuentren una buena esposa, un buen esposo, que sean temerosos de Dios y pongan en alto su palabra. Quiero lo mejor para mis hijos en nombre de Jesús. Quiero que la bendición que Dios me ha dado a mí y a mi esposa sea mucho mayor en sus vidas, que lo que Dios me ha dado sea multiplicado en gran medida en sus vidas.  Quiero para mis hijos una “medida buena, apretada, remecida y rebosando” (Lucas 6:38).  

2.  ¿Cuál es el propósito de la bendición?

El comentario bíblico mundo hispano, dice que la bendición generacional “Tiene un significado peculiar porque las obligaciones y privilegios del pacto son transmitidos así a la siguiente generación”. Entienda bien, es trasmitir las obligaciones y los privilegios del pacto con Dios a nuestros hijos. 

El patriarca Jacob está dando dirección y orientación a cada uno de sus hijos para el futuro. Ahora bien, hijos cuidado, fíjese en algo preocupante que ocurre en la vida de algunos hijos de Jacob, él les declara en función del comportamiento que han tenido, escuche como se dirige a sus descendentes.

 “Tú, Rubén, eres mi hijo mayor, mi fuerza y primer fruto de mi vigor, el primero en honor y en poder.  Pero ya no serás el primero, porque eres como un torrente incontenible: pues deshonraste mi cama al acostarte con mi concubina” (Génesis 49: 3-4 DDH).

La bendición de la primogenitura es algo muy preciado en la tradición judía,  y aquí se estaba esfumando en el hijo mayor de Jacob. El padre le dice, “ya no serás el primero”.  De la tribu de Rubén nunca hubo gente notable, no salió ningún juez, ni profeta y ni gobernante.  

Pero vea usted, algo diferente sucede con respecto a Judá:

“Judá, tus hermanos te alabarán. Tomarás por el cuello a tus enemigos, y tus propios hermanos te harán reverencias. ¡Tú, Judá, hijo mío! Eres como un cachorro de león cuando deja de devorar a su víctima: se agacha, se echa en el suelo, como si fuera un león grande. ¿Y quién se atreverá a molestarlo?  Nadie le quitará el poder a Judá ni el cetro que tiene en las manos, hasta que venga el dueño del cetro, a quien los pueblos obedecerán.  El que amarra su burrito a las viñas, el que lava toda su ropa con vino, ¡con el jugo de las uvas!  Sus ojos son más oscuros que el vino; sus dientes, más blancos que la leche” (Gen. 49:8-12).

Son hermosas las palabras de Jacob para su hijo Judá, de ahí salió el gran Rey David, también el hombre más sabio y rey a la vez, Salomón. Pero sobre todo de ahí sale el Rey de Reyes, nuestro Señor Jesucristo. Por eso dice, “Nadie le quitará el poder a Judá ni el cetro que tiene en las manos, hasta que venga el dueño del cetro, a quien los pueblos obedecerán”. Se refiere a Jesucristo.

Hay privilegios en todo esto, imagínese, que le parece ser Rey. Pero también, el privilegio viene con responsabilidades u obligaciones. Por ejemplo, ser el hermano mayor es un privilegio, los demás hermanos deben respetarlo, dígamelo a mí que soy el menor de seis, y sabe una cosa, los sigo respetando a todos. El mayor tiene privilegios, pero también deben asumir responsabilidades; ser el hermano mayor significa que debe ser ejemplo para sus hermanos menores.

Conozco muy bien a un joven que es el mayor, su mamá se esforzó para que él estudiara y lo hizo, se graduó, comenzó a trabajar y como su mamá está en otro país, sus dos hermanos menores quedaron bajo su responsabilidad. Me dijo hace un tiempo, “Joel, ya se graduó mi hermano (el de en medio) y ya está trabajando”. Entonces me cuenta que le dice, “bueno hermano, ahora te toca a vos ayudar a fulano (que es el menor), echémosle la vaca para que se gradué”, esto es mostrar la responsabilidad de ser mayor, es velar por los que te siguen. Hay privilegios pero también hay responsabilidad. ¿A cuántos les gusta que le bendigan?, recuerde asuma responsabilidad. Usted sabe el privilegio de David, ser rey, tener bajo sus hombros una nación, él la llevo a su máximo esplendor, pero no fue holgazaneando fue conquistando, fue batallando.

Yo puedo declarar las mayores bendiciones para mis hijos, pero si ellos no luchan por salir adelante, si no se aferran a esas bendiciones entonces no verán su mesa con alimentos. Usted puede orar con el mayor deseo para que su hijo encuentre un trabajo bueno, pero si él es un haragán y no se esfuerza lo van correr del trabajo. La fe debe ir acompañada de la acción.  

3.  ¿Por qué debemos transmitirla a nuestros hijos?

Simple y sencillamente porque queremos lo mejor para nuestros hijos. Observe usted, lo que le dice Jacob a un hijo que amo tanto. Su penúltimo hijo, el gran José. Leer Versos 22-26.
-      Le dice que es como una planta que esta siempre verde y con muchos frutos, así quiero yo que sean mis hijos y usted.

-      Que es poderoso guerrero, con brazos fuertes para impulsar su arco y flecha los más lejos.

-      Que lo que ha logrado es producto de que tiene como Dios al Dios de Jacob. Jacob había conocido en hechos palpables las bendiciones de Dios y quiere que sus hijos tengan presente a sus Dios. Jacob quiere que se aferren como él, cuando le dijo el Ángel del Señor sino me bendices no te vas.

-      Le dice a José, el Dios de tu padre te ayudará (v. 25), aleluya. Por lo tanto no debes temer.

Leo el texto 26 porque a mi emociona como le dice un padre a su hijo uno de los deseos más esplendidos:Tu padre te bendijo más de lo que mis padres me bendijeron. Hasta el fin de los montes eternos, estas bendiciones estarán sobre la cabeza de José, que fue escogido entre sus hermanos”.

 Jacob le dice a José, yo te bendigo con una bendición mucho mayor a la que mi padre me dio a mí.

Conclusión

Concluyo haciendo un llamado a todos los padres y madres a que bendigamos a nuestros hijos con el mayor anhelo de nuestro corazón conforme a la voluntad de Dios. Que podamos declarar en ellos, mi hijo, mi hija yo te bendigo con las mayores bendiciones de parte de Dios para tu vida.
Que nuestros hijos sean como
-      Como  plantas junto a las aguas, y que producen muchos frutos
-      ¡gracias al Dios de tu padre, que te ayudará; al Dios todopoderoso, que te bendecirá!
-      ¡Con bendiciones del alto cielo! ¡Con las bendiciones del mar profundo!
-      Tendrán abundancia de pan y  darás comidas dignas de reyes.
-      El Señor el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob sea tu Dios. 
Amen y Amen 

Echando fuera el temor que ocasiona el mundo

  Salmo 27:13 -14 Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehov á en la tierra de los vivientes. ¡Espera en Jehová! ...