¿Y tú qué traes al Beby Shower?


Texto: Mateo 2:1-2  Cuando Jesús nació,  en Belén  de Judea,  en días del rey Herodes,  llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios,   preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?,  pues su estrella  hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo.
Mateo 2:11  Al entrar en la casa,  vieron al niño con María,  su madre,  y postrándose lo adoraron.  Luego,  abriendo sus tesoros,  le ofrecieron presentes: oro,  incienso y mirra.

INTRODUCCIÓN

En los últimos años hemos visto la influencia gringa en nuestro medio, por todos lados, entre esto, esta la realización de los mencionados beby shower, las mujeres embarazadas invitan a sus amistades para celebrar el nuevo nacimiento de un bebe y los invitados llevan presentes para el nuevo miembro familiar que pronto nacerá. Es bonita esta celebración. Pero sabía usted que la primera celebración, el primer beby shower se realizó en un establo, sí, en medio de animales, detrás de una posada y el propio día del nacimiento, el de Cristo Jesús.     

DESARROLLO

En primer lugar, veamos quienes fueron los invitados a este beby shower
1.    LOS INVITADOS
a.    Sabios (magos)
Mateo 2:1-2  “Cuando Jesús nació,  en Belén  de Judea,  en días del rey Herodes,  llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios”.
Sabios de oriente, es decir de Arabia, eran gente no Judía, observe como preguntaron al rey Herodes, ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Eran hombres intelectuales e importantes, pues estaban siendo atendidos por Herodes.  Por otro lado, nos damos cuenta que cuando Jesús invita, no importa de dónde eres, ni de la condición de la cual vienes, los sabios no eran Hebreos pero Dios ya estaba haciendo trato con los gentiles desde el mismo nacimiento de Jesús. Que maravilloso estos hombres llegaron de lejos y reconocieron que Jesús es el rey de universo.   

b.    Los Pastores
El evangelio de Lucas dice que, “Había pastores en la misma región,  que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor,  y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: -No temáis,  porque yo os doy nuevas de gran gozo,  que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy,  en la ciudad de David,  un Salvador,  que es Cristo  el Señor. Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales,  acostado en un pesebre” (Lucas 2:8-12).

c.    Habían otros invitados: Los animales
Había ahí otros invitados, los de casa. Sí, el Rey de Reyes estaba naciendo en el lugar donde se guardaban los animales, bien podía haber ahí, burros, camellos o caballos, recuerde que era una posada, ahí se quedaba gente (algunos necesitaban una cochera). Es lógico que hubiese en ese lugar ovejas y cabras, y algunos otros animales.  

En Segundo lugar, observemos los presentes que llevaron los invitados al beby shower 
2.    LOS PRESENTES DEL BEBY SHOWER

a.    Los sabios llevaron: oro, mirra e incienso
Dice el libro de Mateo 2:11  “Luego,  abriendo sus tesoros,  le ofrecieron presentes: oro,  incienso y mirra”. “El oro le fue ofrecido al niño rey en señal de su realeza, el incienso en señal de su divinidad, y la mirra en señal de sus sufrimientos, expresaban su naturaleza divina y humana” (Comentario JFB). Este tipo de presentes indica que las personas eran pudientes y de alta escala social. Antes que estos hombres dieran esos regalos al niño, hicieron algo mucho más importante, la escritura dice que, “Al entrar en la casa,  vieron al niño con María,  su madre,  y postrándose lo adoraron”. Que hermosa actitud, ahí estaban los primeros adoradores, gente gentil, temerosa de Dios. Estoy convencido que cuando una persona se hace un verdadero adorador, vendrá con los mejores presentes ante el Señor, empezando con su corazón.  

b.    Los Pastores llevaron: La confirmación de que Jesús es el Salvador
Siempre que hay una actividad especial, debe haber palabras, alguien aparece dando las gracias o enalteciendo al festejado. La escritura dice, que cuando los pastores llegaron donde estaba el niño, contaron lo que las había sucedido en el campo. Observe usted como lo dice Lucas 2:15-18:

“Vinieron,  pues,  apresuradamente,  y hallaron a María y a José,  y al niño acostado en el pesebre. Al verlo,  dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Todos los que oyeron,  se maravillaron de lo que los pastores les decían”.

Por qué, el resto de personas que estaban ahí, se maravillaron, qué fue lo que estos pastores contaron, el mismo Lucas nos lo relata en unos versos atrás. Dice que mientras estos pastores cuidaban sus rebaños el Ángel del Señor se les pareció y les dijo: 

Lucas 2:10-12 … “No temáis,  porque yo os doy nuevas de gran gozo,  que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy,  en la ciudad de David,  un Salvador, que es Cristo  el Señor. Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales,  acostado en un pesebre”.

Estos pastores fueron testigos de las apariciones de las huestes celestiales, que proclaman a ese niño como el Salvador del mundo. Eso es para que no quepa duda en los anales de la historia, observe usted que Lucas dice, que habían pastores, en plural; de igual modo, Mateo dice, que vinieron unos magos, también está en plural. Que interesante, había suficientes testigos en el nacimiento del Mesías y muchos en su resurrección.   
 
c.    Los animales también dieron un presente al Salvador del mundo

Quién diría que los animales dieron algo al Señor en su nacimiento. Claro que sí, dieron su calor, en aquellos tiempos los establos eran construidos debajo o a la par de las casas para que los animales fueran fuente de calor al hogar.

El Ángel les dijo a los Pastores “hallaréis al niño envuelto en pañales,  acostado en un pesebre”. El pesebre era comedero de los animales. Que le parece, José agarro aquel comedero quito el pasto sucio, lo limpio y puso pasto limpio y acurrucó bien a su hijito Jesús.   

d.    Un presente olvidado, el del mesonero

Hay un presente que no podemos dejar pasar por alto, el del mesonero, sin saber estaba dando posada a su mejor cliente, al Rey de Reyes y Señor de Señores. Podríamos juzgar mal al mesonero por no darles la mejor habitación a José y María, o por lo menos la de menor precio. Pero, mejor vemos a un hombre que busco una solución al problema de aquel matrimonio en apuros. Esto me hace recordar lo que dijera tiempo después Jesús:

 “Y cualquiera que dé a uno de estos pequeños  un vaso de agua fría solamente,  por cuanto es discípulo,  de cierto os digo que no perderá su recompensa" (Mateo 10:42)  
El mesonero dispuso para el Señor lo que tenía a su alcance.

En tercer lugar:
3.    DIOS QUIERE MÁS INVITADOS QUE VENGAN CON MÁS PRESENTES

Hace unos dos mil años sucedió este acontecimiento, los Ángeles a un coro, dijeron, "¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!". El salvador del mundo había nacido, el príncipe de paz, está con nosotros.

Celebramos y  nos regocijamos en su amor y su bondad. Qué mejor, que hacerlo en esta fecha, miles de familias se reúnen para festejar su nacimiento. En Jesús y solamente en Él hay libertad. Estimado amigo y amiga usted es un invitado a este maravilloso beby shower, es probable que usted haya estado en el de unos amigos, pero le hace falta estar en el mejor de todos, en el de Jesús.

Jesucristo, solo está pidiendo un presente de parte tuya, ven a él y tráele tu corazón. Su palabra dice: "Si oís hoy su voz,  no endurezcáis vuestros corazones" (Hebreos 4:7 b).   

Conclusión

Recuerde mi estimado hermano y amigo, los magos llevaron, oro, incienso y mirra. Los pastores confirmaron la presencia de huestes celestiales, el mesonero brindó lo que tenía a disposición y los animales dieron su calor y cama para Jesús. La pregunta es, por qué no traes tu corazón como regalo a Cristo Jesús. No endurezca su corazón, esta época es muy especial, váyase de este lugar  con Jesús en su corazón.   

Provea dirección a sus hijos


Texto: Salmo 127: 3-5

Introducción

El salmo 127 habla de tres cosas importantes, si usted observa en su verso 1 menciona dos, la casa y la ciudad y en los versos del 3 al 5, habla sobre la familia, precisamente de los hijos. En ello quiero que reflexionemos en esta ocasión.

Desarrollo
1.    Bríndales cobertura a tus hijos

Cuidamos lo que nos pertenece, no es así, el salmista dice, “herencia de Jehová son los hijos”. Quizás usted no haya recibido herencia de sus padres, pero déjeme decirle, que si tiene hijos, entonces usted ha recibido “ricas bendiciones del Señor” (DHH). Nuestros hijos son una bendición del cielo. El salmo 128:3 dice, “tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo”. El olivo tiene un significado importante en la tradición judía, en la antigüedad era considerado como árbol de gran valor, con un significado de prosperidad (2 Reyes 18:32). Así mismo, de fortaleza y bendición, el salmista exclama, “pero yo soy como olivo verde en la templo de Dios” (Salmo 52:8). Nuestros hijos son como esa madera preciosa de alto valor.

Nuestro Dios los ha puesto en nuestras manos, observe lo que dice el Salmo 127: 3, “Los hijos que nos nacen en la juventud son como flechas en manos de un guerrero”. Aquí hay una gran implicación para usted padre y madre. El salmista lo llama a usted como un guerrero, si es así, usted tiene que guerrear por sus hijos, debe pelear contra las malas influencias que puedan llegar a la vida de sus hijos. No deje que el vicio inunde su vida, luche contra el alcohol, la droga y la promiscuidad sexual.

Lo anterior solo se puede lograr si usted y yo estamos brindando la cobertura necesaria en nuestros hijos. Muchas veces estamos escuchando a los padres decir, hermano quiero que ore por mi hijo o por mi hija y lo hacemos con gusto, pero déjeme decirle con toda franqueza que el único que puede brindar la mejor dirección de cobertura por sus hijos es usted como padre. El salmista está diciendo que usted es el guerrero, usted tiene el arco en su mano y las flechas son sus hijos, usted decide en qué dirección va a disparar esa flecha. La mejor bendición no es la que da un pastor o un diácono, la mejor bendición es la que da un padre a su hijo. La bendición de un padre marca la diferencia. A ustedes hijos les digo, busquen la bendición de sus padres, cuando salgan al colegio, pidan la bendición, cuando vayan a un paseo pidan la bendición, cuando quieran tener un novio o una novia pidan la bendición de sus padres; pidan  y pidan siempre la bendición. A ustedes padres, cubran a sus hijos con las bendiciones más grandes.

Escuche a una madre decir, “antes cuando yo me enojaba les decía a mis hijos, - y no me hable, que yo no quiero hablar con usted – y pasaba varios días sin hablarles a mis hijos”. Permítame decirle, padre y madre, eso no es brindar cobertura a sus hijos, más bien es crear un impacto negativo en los hijos.

Brindar cobertura, es orar y encomendar a nuestros hijos en las manos de Dios, en los momentos alegres, cuando se portan bien; pero también es hacerlo siempre, aún cuando no se portan como nosotros queremos. Aunque nos vengan como el hijo prodigo a pedir su parte de la herencia para largarse de la casa, aún cuando han tenido sustento y abrigo a su debido tiempo, nuestro deber como padre es encomendarlos al creador para que él los defienda y los guarde de cualquier peligro.

Me dijo uno de mis hermanos un poco después que murió nuestra madre, “sabes una cosa, hoy camino con miedo en mis vagancias, porque ya no tengo las oraciones de protección de la anciana”. Me recuerda aquel canto que dice, “mi madre oraba por mí, cuando yo era un pecador”. Cuando yo vivía en casa con mi madre, recuerdo una de las oraciones nocturnas que hizo y que nunca podre olvidar, ella oraba por con vos llorosa y le pedía a Dios que guardara a uno de mis hermanos, pedía protección y que no le faltara sustento y que hubieran personas piadosas por donde él estuviera. Pero yo murmure contra aquella oración de mi madre y dije en mi ignorancia espiritual, cómo es posible que mi madre este orando de esa manera por fulano, a saber donde estará borracho. Mis hermanos hoy comprendo la oración de mi anciana. Ella estaba brindando cobertura a sus hijos. Usted es la persona indicada para hacerlo por sus hijos.              
    
2.    Enséñales el camino hacia Dios

Escuche muy bien lo siguiente, ¿Cuántos consideran importante la casa de Dios?, ¿Para quiénes es importante la biblia?, ¿Para cuántos es importante el quehacer de la iglesia?, ¿Para cuántos es importante dónde pasaremos la eternidad?, ¿Estamos dispuestos a hacer lo indicado bíblicamente  para que nuestros seres queridos, nuestros hijos lleguen al cielo?. Si su contestación es afirmativa, es necesario que reflexione en lo siguiente.     
Usted no puede enseñarles a sus hijos el camino hacia Dios, si usted no se está conduciendo hacia ese destino.
Muchas veces nos conformamos con leer el proverbio “Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él”. Este texto es de confrontación y reto para todo padre cristiano. Si lo va a expresar debe vivirlo, usted debe caminar en el camino que conduce al cielo.

Hay padres que están fríos y otros requetefríos, otros son indiferentes, estoy hablando de hermanos de la iglesia. Yo me pregunto, cómo este tipo de padre piensa que sus hijos van a tomarle importancia a las cosas de Dios. Padres que les da lo mismo si sus hijos leen o no la biblia. Si van al culto bueno y si no también. Padres que no incentivan a sus hijos a participar en la actividades juveniles de la iglesia, más bien le dicen, mejor no vayas. Pero quiero que sepa, con esa actitud usted está dejando en boca del león a su hijo, preocúpese porque es más probable que se vaya al mundo.  

Vamos mis hermanos, porque no decirles a nuestros hijos, mira por qué no te metes al coro, o al grupo de teatro, por qué no aprendes a tocar un instrumento musical, por qué no te integras en grupo de escuela de liderazgo. Pero antes que nada, dele usted el ejemplo. Un hermano por ahí dice, las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. Sus hijos lo ven a usted  con entusiasmo para venir a la iglesia, miran sus hijos que usted es un lector de la biblia, ven que es un ofrendador y colaborador en la iglesia. Podrán decir nuestros hijos, mis padres me enseñaron el camino del bien, me enseñaron a amar a Cristo y a su iglesia.   

3.    Muéstrales una perspectiva por la cual vivir 

Le dijo una jovencita que estudia en la universidad a un familiar, tío mi papá anda con una muchacha casi de mi edad y yo lo confronte y le dije, le gustaría que yo anduviera con viejo así de su edad, y sabe que me contestó mi papá, que cada quien viviera su vida. Que terrible no le parece este tipo de actitud, ese hombre le estaba diciendo directamente a su hija, hace lo que querrás que yo no me voy a meter en tu vida. Eso es una soberana irresponsabilidad de parte de un padre que debe ser el mentor, el modelo, el que brinda dirección, el que guía a sus hijos

Dice el comentario Bíblico Mundo Hispano, “en el plan de Dios, parte del gozo y la bendición del ser humano es disfrutar de su familia. A la larga los hijos son una ventaja y en el reino de Dios valen mucho”. ¿Cuánto valen tus hijos para vos?.

Un hombre contaba lo que había dicho a su hija después de salir de quinto año, “sino vas estudiar entonces dame un nieto”. Será eso el mejor consejo de un padre, aún ni en broma se le dice eso una hija a esa edad de tan solo 16 o 17 años. A un hijo se le motiva, se le alienta, se le inculca valores y sueños por los cuales vale la pena vivir. Usted debe querer lo mejor para sus hijos, quizás se esfuerce por dejarles mal que bien una pequeña propiedad, pero lo mejor que les puede dejar es educación,  valores morales y espirituales que le garantizaran el cómo ganarse la vida en la tierra y que puedan llegar al puerto seguro de la eternidad con Cristo.

Me dijo un joven, estudiante de maestría en química, “mira esta maestría es pesada, me ha salido dura, sabes he pensado en retirarme, pero la pienso, sabes por qué, porque mi papá, tiene maestría y mi mamá tiene maestría, así que digo, no puede ser, no puedo defraudar a mis viejos, yo tengo que sobresalir como ellos”. Me gusta ese tipo de pensamientos, hay una razón por la cual vivir.        

Regresemos al Salmo 127: 3, “Los hijos que nos nacen en la juventud son como flechas en manos de un guerrero”. Yo pregunto, ¿Cómo estas preparando tus flechas?, ¿Hacía dónde apuntas con ellas?, ¿Qué tan lejos quieres que lleguen?. Oremos al Señor para que nuestros hijos lleguen a ser mejores que nosotros, alcancen mejores oportunidades,  que sus logros sean mayores a los nuestros.

Inspire a sus hijos, porque con el poder de Dios ellos llegaran a ser doctores, licenciados, ingenieros, empresarios, buenos padres de familias y siervos del Dios eterno. En Mateo leemos  lo que Jesús dijo:

"Pedid,  y se os dará; buscad,  y hallaréis;  llamad,  y se os abrirá,  porque todo aquel que pide,  recibe;  y el que busca,  halla;  y al que llama,  se le abrirá (7:7-8).  

Aunque usted piense, pero cómo voy a hacer para pagarle la universidad a mi hijo. Recuerde la palabra: pedid, buscad y llama. Por ahí vendrá un milagro y Dios se va a manifestar, pero busca al Señor en fe. Porque la fe mueve montañas y que mejor para bendecir a nuestros hijos.

Conclusión

Mis estimados hermanos, recuerde que la mejor cobertura, la mejor bendición que todo hijo puede recibir es la de los padres, bendiga siempre a sus hijos. Enséñeles el camino que conduce a la vida eterna mediante el ejemplo que usted da en las cosas de Dios y muéstreles las razanos por las cuáles vale la pena vivir. Dios le bendiga.  

Dios te sustenta


Texto: Salmo 20

Introducción

Este es uno de los preciosos Salmos de David, expresa la adoración que debemos dar mediante las oraciones a nuestro Padre Celestial.   “Este Salmo nos muestra que podemos orar a Dios en tiempo de problemas, y no hay problema que pueda impedir que él oiga. Se ve que el pueblo y su líder, el rey, estaban unidos en su dependencia de Dios” (Comentario bíblico Mundo Hispano).

Desarrollo
1.    La atención del Padre al clamor de su pueblo

El salmo dice:
“Que el Señor te escuche cuando estés angustiado; que el Dios mismo de Jacob te defienda” (Salmo 20:1).

Muchas veces escuchamos decir, si Dios ya sabe de lo que tengo necesidad, y dicen bien. Dios lo sabe todo, pero necesita que usted le dé el permiso para actuar. Eso sucede cuando venimos a Él y se lo pedimos en oración. La congregación exclama: “Que el Señor te escuche cuando estés angustiado”.  

Dios siempre escucha a sus hijos, nosotros muchas veces pensamos que Dios se ha olvidado, pero no es así, cuatrocientos años habían transcurridos de esclavitud del pueblo de Israel y Dios no se olvido, más bien cuando conversa con Moisés le dice “he oído el clamor de mi pueblo” (Éxodo 3:7). Dios sigue escuchando tu clamor.    

La verdad es que muchas veces creemos que Dios no nos responde, pero lo que sucede es que estamos tan preocupados por todo que está pasando a nuestro alrededor y no vemos como Dios está obrando a nuestro favor. Permítame contarle la siguiente anécdota real: 

Revelación del código Morse

Cuando el telégrafo era el método más rápido de comunicación de larga distancia, un joven solicitó trabajo como operador del Código Morse, en respuesta a un anuncio en el periódico, se fue a la dirección, entró a una oficina grande y ocupada, llena de ruido, incluyendo el sonido del telégrafo, en el fondo un anuncio en el módulo de recepción indicaba a los solicitantes a llenar una forma y esperar hasta que se les llamará a entrar a la oficina interna. El joven llenó la forma y se sentó junto con otros 7 que también estaban esperando su turno. Después de unos minutos, el joven se paró, cruzó el cuarto y fue hacia la oficina interna, y se metió. Naturalmente los otros solicitantes se preguntaban qué estaba pasando, murmuraban entre sí que no habían llamado a nadie todavía. Asumieron que el joven que había entrado había cometido un error y sería descalificado. Dentro de pocos minutos, sin embargo, el gerente acompañó al joven fuera de la oficina y dijo a los demás solicitantes "Caballeros, muchas gracias por venir, pero el puesto ya está ocupado". Los otros empezaron a comentar el uno con el otro, y uno de ellos preguntó, "Espera un minuto, yo no entiendo. El fue el último en venir, y nosotros ni siquiera tuvimos oportunidad de ser entrevistados. Sin embargo a él le dan el trabajo. No es justo "El gerente dijo, "Lo siento, pero los últimos minutos mientras estaban sentados allí, el telégrafo les estaba mandando un mensaje en Código Morse que decía: "Si entiendes este mensaje, entra, el puesto es tuyo. Ninguno de ustedes lo escuchó ni lo entendió". Este joven sí. El trabajo es suyo. Vivimos en un mundo lleno de trabajo y ruido, como esta oficina.

Mi querido hermano, muchas veces nos pasa igual que a esas otras personas, estamos pero a la vez no estamos, porque dejamos que el ruido de los problemas no impida escuchar la respuesta del Padre Eterno. 

2.    El Padre siempre sostiene a sus hijos

Así lo dice el Salmo: “Te envíe ayuda desde el santuario  y desde Sión te sostenga”  (verso 2) y en el verso 1 nos dice, “que el Dios mismo de Jacob te defienda” (1b).

Nuestro Dios nos escucha, pero no se complace solo en escucharnos, sino que nos sostiene en los momentos más angustiosos por los que estemos pasando. Te sostiene cuando vas enfrentar un problema, te sostiene cuando pasas por la enfermedad, te sostiene cuando estás en el colegio, te sostiene cuando estás en la universidad, te sostiene cuando estás en tu trabajo,  te sostiene, te sostiene, te sostiene en medio del conflicto. Amén.
El salmista exclama y dice, “Aunque un ejército acampe contra mí,  no temerá mi corazón;   aunque contra mí se levante guerra,  yo estaré confiado” (Salmo 27:3). Oh, Aleluya!. Sabe por qué, porque su mano te sostiene. Su Palabra nos dice:

"Yo soy Jehová,  Dios de todo ser viviente,  ¿acaso hay algo que sea difícil para mí? (Jeremías 32:27). Él es nuestro poderoso gigante. Su palabra nos sostiene. Los versos siguientes lo confirman.

“Estos confían en carros, y aquellos en caballos;  mas nosotros del nombre de Jehová,  nuestro Dios,  haremos memoria. Ellos flaquean y caen,  mas nosotros nos levantamos y resistimos a pie firme (Salmo 20:7-8).

Permítame contar otra anécdota, que dice así:  

“Un cristiano escribió una carta al editor de un periódico quejándose de que ya no tenía sentido el ir a la Iglesia cada Domingo. "He asistido fielmente por más de 30 años", escribió el hombre, "y durante todo este tiempo he escuchado a más de 3,000 sermones. Pero la verdad es que no puedo recordar ni uno solo. Así que, pienso que estoy malgastando mi tiempo….y creo que el pastor también está malgastando su tiempo en predicarlos."Esto dio inicio a una verdadera controversia en la columna de "Cartas al Editor", algo que hizo que el editor estuviera, por supuesto, bien contento. Siguió por unas semanas hasta que alguien escribió lo siguiente: "Ando casado por más de 30 años. En todo este tiempo mi esposa me ha preparado unas 32,000 comidas. Pero la verdad es que no puedo recordar el menú de ninguna de estas comidas. Pero una cosa reconozco. Cada comida me nutrió y me dio la fuerza que necesitaba para seguir fielmente en mi trabajo. Si mi esposa no me hubiera preparado cada una de estas comidas, yo no estuviera presente hoy."El periódico nunca recibió más cartas sobre ese asunto. Proverbios 10:21 – "Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento."

Mis estimados hermanos no perdamos de vista que a medida que nos alimentamos de su Palabra, más vamos a comprobar que Dios nos sostiene.

3.    El Padre te concede tus peticiones

De manera afirmativa escribe el salmista, “Que cumpla todos tus deseos y lleve a cabo todos tus planes” (Salmo 20:4). Maravilloso es el Señor, Dios todo poderoso. A el sea la honra por los siglos de los siglos.

Dios nos ha bendecido, siempre que usted y yo, miramos dónde estamos y de dónde venimos. Es razón suficiente para comprobar que Dios nos ha respondido. Dios ha estado con nosotros. He visto jóvenes con muy escasos recursos coronar sus carreras profesionales, han batallado contra viento y marea, pero Dios ha estado presente.

En nuestra iglesia hay un hermano que aún, ya con familia decidió salir adelante, estudiaba de noche su secundaria, trabajo de portero y guarda en un colegio, luego de mensajero en una universidad y ahí mismo comenzó a estudiar su carrera profesional, ahora trabaja en el área administrativa de esa alma mater. Dios ha estado con él, su esposa y sus dos hijos. Ahora su hijo mayor va a estudiar a esa misma universidad. Nuestro padre eterno cuida y sostiene a sus hijos, él es el que concede las peticiones de tu corazón.

Vea lo que dice el profeta Jeremías:

“Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo” (29:11 DHH).

Dios quiere lo mejor para sus hijos, su naturaleza es ser bueno y misericordioso. Recuerde lo que dijo Jesús:

“Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan” (Mateo 7:11 DDH).
El Señor quiere cumplir las peticiones de tu corazón.

Conclusión

Concluyo con los últimos cuatro versos de esta poderosa oración

“Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo atenderá desde sus santos cielos   con la potencia salvadora de su diestra.  Estos confían en carros, y aquellos en caballos;   mas nosotros del nombre de Jehová,  nuestro Dios,  haremos memoria.  Ellos flaquean y caen,  mas nosotros nos levantamos y resistimos a pie firme.  Salva,  Jehová;   que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos” (Salmo 20: 6-9)

Echando fuera el temor que ocasiona el mundo

  Salmo 27:13 -14 Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehov á en la tierra de los vivientes. ¡Espera en Jehová! ...