Hno. Joel Rojas Hernández
Mujer – madre, hija, abuela, esposa, hermana, tía, sobrina, suegra, cuñada, maestra, licenciada, doctora, alcaldesa, diputada, ministra, primera dama, presidenta y muchas más – que hoy por hoy te encuentras en todas las esferas de la vida. No ha sido fácil, no todo esta resuelto, hace falta; no es posible que la mano que debe saludarte y acariciarte sea la empuñadura para atormentarte y que la voz que te debe saludar sea aquella que te hiera el alma y el corazón. Muchas veces he escuchado decir que la Biblia es machista, pero eso se debe a una interpretación errónea; la Escritura es emancipadora, liberadora, redentora de la mujer y de toda la humanidad.
La Escritura dice: “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28 NVI). Ante Dios no hay diferencias de clases o sexo, todos somos iguales. Estoy seguro que muchos se preguntaran, qué pasa con aquellas porciones de la Biblia que expresan rechazo o se las envía a segundo plano, por ejemplo: “vuestras mujeres callen en las congregaciones, porque no les es permitido hablar, sino que deben estar sujetas, como también la Ley lo dice” (1ra Corintios 14:34 VRV). En otra parte dice: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. No permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio” (1ra Timoteo 2:11-12 VRV). Por qué tanto contraste de estas dos porciones con respecto a la primera, me gustaría explicarle los detalles pero no tenemos espacio, sin embargo, lo llevo a otros pasajes donde queda claro la participación de la mujer: Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (Hechos 9:36 a VRV), probablemente haya sido pastora de la iglesia de Jope; así también dice: “Saludad a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús” (Romanos 16:3 BAD), estos eran un matrimonio donde Priscila fue la pastora. Hechos muestra que fue ella y su esposo quienes instruyeron a Apolos, “Al oírlo Priscila y Aquila, lo tomaron a su cargo y le explicaron con mayor precisión el camino de Dios” (18:26 BAD).
Recuerde el acontecimiento de Pentecostés: “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar” (Hechos 2:1 BJ). El todos, incluye a las mujeres. Hechos 1:14-15 dice que habían mujeres, entre ellas la madre de Jesús. En este acaecimiento Pedro (2:15-20) retoma la profecía de Joel: “Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán” (Joel 3:1 a BJ). El Espíritu Santo se derramó en mujeres y varones. Por ello dijo Jesús: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a predicar el año agradable del Señor" (Lucas 4:18-19 VRV). Sus hechos lo demuestran, demando respeto y lealtad para ellas (Mateo 5:28), repudió el sexismo y el racismo al entablar una conversación con la mujer samaritana (Juan 4), instruyó a María hermana de Marta y Jairo (Lucas 38-42), aceptó el reclamó de Marta por la muerte Jairo y a la vez discutir teológicamente sobre la resurrección con ella misma (Juan 11:20-28), las aceptó en su vida ministerial (Lucas 8:1-2). Hay mucho que decir sobre la emancipación de la mujer en la Biblia, es necesario releerla con un mejor lente, por que varón y hembra nos creó. Hoy en el día internacional de la mujer, Dios te bendiga y te guarde siempre en el lugar que te encuentres.
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