La palabra agradable en la familia


Texto: Colosenses 4:6  Sea vuestra palabra siempre con gracia,  sazonada con sal,  para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.


Introducción

Las palabras son poderosas… sin embargo, no tienen sentido hasta que se añaden a un contexto. Las mismas palabras, viniendo de dos diferentes personas, rara vez se reciben de la misma manera. Las mismas palabras en frases diferentes rara vez causan el mismo impacto. Las mismas palabras, viniendo de la misma persona, se interpretan a la luz de la actitud del que las pronuncia. Un padre trataba de enseñar a su hijo esta verdad. Un día, el muchacho vino a casa y le dijo: «Papá, creo que fracasé en mi examen de aritmética». Su padre le dijo: «Hijo, no digas eso; eso es negativo. Sé positivo». Así que el muchacho dijo: «Papá, fracasé positivamente en mi examen de aritmética» (Diccionario de anécdotas e ilusatraciones in e-sword).

El juego de palabras que usemos y cómo las expresemos determinará como la gente nos responderá.

Desarrollo
En primer lugar:
1.  Que sea una palabra sazonada

A cuántos les gusta comer sabroso, rico. Imagínese, usted comiéndose un bistec, cuándo lo preparó, solo cortos los trozos de carne y lo hecho al sartén y listo.  No le hecho: sal, no le aplicó su agrio, no le puso su toque de pimienta para quienes les gusta, no hizo las rebanaditas de cebolla, no le puso un toque de salsa inglesa, nada de nada, será que ese bistec pueda quedar sabroso y rico. Cuál es la solución para lograr un bocado rico, prepararlo con esmero y ponerles les ingredientes necesarios.

Quiero decirles que igual sucede con las palabra que usted exprese, primero debe ser pensada y analizada antes de ser pronunciada. Es decir sus palabras deben ir llenas de sabiduría.

He escuchado a mujeres decir yo prefiero que mi marido me pegue pero que no me ofenda con esas semejantes palabrotas. Imagínese, yo digo será que el marido de esa mujer no pega duro. ¡Es broma!, pero es asombroso, que a veces algunas mujeres prefieran un golpe a ser ofendidas por las palabras. 

Una anécdota dice así:
No estrujes corazones.
Cuando era joven, mi carácter fuerte, impulsivo y explosivo, me hacía reventar en cólera a la menor provocación. La mayoría de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado. Un día mi maestro, quien me vio dando excusas a un compañero de salón después de una explosión de ira, me llevó a un aula, me entregó una hoja de papel lisa y me dijo: "¡Estrújalo!". Asombrado, obedecí, lo arrugué e hice con él una bolita. Luego me dijo: "Ahora déjalo como estaba antes”...Por supuesto que no pude dejarlo como estaba. Por más que traté, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas. El profesor me dijo: "El corazón de las personas es como este papel ...La impresión que dejas en ellos, será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues que has hecho en el papel" ...Así aprendí a ser más comprensivo y paciente. Cuando siento ganas de estallar, recuerdo ese papel arrugado. La impresión que dejamos en los demás es imposible de borrar... más aún cuando lastimamos con nuestras reacciones o con nuestras palabras... (Diccionario de anécdotas e ilusatraciones in e-sword).

En segundo lugar:
2.  Que sea una palabra con gracia

Escuche bien lo que dice el proverbista:
Proverbios 25:11  Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene (VRV).
Proverbios 25:11  Las palabras en el momento oportuno son como manzanas de oro incrustadas en plata (DHH).

Quiero usar nuevamente el asunto del bistec, vamos a suponer, no estamos seguros que nos quedo requeterico y requetesabroso. Vamos a servirlo en el plato, cómo lo vamos a acomodar, a mi me molesta que me pongan la carne sobre el arroz. Hasta para servir los alimentos en el plato se debe hacer con gracia, es decir vistoso. Que de gusto no solo comerlo, sino también en verlo. Muchas veces decimos que rico se ve eso.  Ojala en el uso de las palabras que estamos usando estemos poniendo gracia para que nuestra familia nos escuche con esmero y excelente atención.

Sigo preguntando, cómo son las palabras que estamos usando en la comunicación en nuestros hogares. Cómo habla papá, cuando se dirige a mamá. Cómo se dirigen ustedes cómo padres hacía sus hijos. Las palabras no se ven pero marcan a las personas. Razón tiene un dicho por ahí que dice que, “las palabras hieren”.  

En tercer lugar, hay que usar:
3.  Una adecuada palabra de respuesta

Quiero compartir una ilustración más sobre este asunto de cómo debemos responder.
¿COMO ES LA GENTE POR AQUÍ?
Un joven recién llegado a un pueblo preguntó a un anciano que estaba con su nieto: "Cómo es la gente que vive aquí?"  El anciano le respondió con otra pregunta: ¿Cómo es la gente del lugar de donde vienes?
El joven le dijo: "Muy egoísta, envidiosa y vengativa"
El viejo replicó..."Pues esa misma gente encontrarás aquí"
Más tarde llegó otro joven que hizo la misma pregunta que el anterior: El anciano le hizo la misma pregunta: ¿Cómo es la gente del lugar de dónde vienes? El joven le contestó: "Confiable, amable, justa, y con mucho amor para los demás..."
A lo que el anciano contesta: "¡Pues esa misma gente es la que encontrarás aquí!"
El nieto del anciano preguntó entonces: "¿Por qué has dicho eso abuelo?"
A lo que su abuelito le respondió: "Cada cual, crea su ambiente externo con lo que sale del interior de su corazón, y por su forma de percibir las cosas..." (Diccionario de anécdotas e ilusatraciones in e-sword).
Sobrada razón hay en esta ilustración, a como son tus pensamiento, así serán tus palabras y tu comportamiento.  

Isaías  50:4  “El Señor me ha instruido para que yo consuele a los cansados con palabras de aliento. Todas las mañanas me hace estar atento para que escuche dócilmente”.

¿Cuál es la palabra que usted y yo debemos llevar? La palabra debe ser de consuelo y una palabra de aliento. Que sean esas las palabras que marquen a tu esposa (o) y a tus hijos.

 El siguiente texto nos dice algo muy importante:
Jeremías 1:10  "Yo pongo mis palabras en tus labios. Hoy te doy plena autoridad sobre reinos y naciones, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, y también para construir y plantar”.

Dios ha puesto palabras en tus labios para que construyas con ellas una familia fructífera, para que plantes en sus corazones ideales hacía la santidad y el amor de Dios, para que inculques en ellos valores morales y espirituales, dice al Apóstol Santiago con la boca maldecimos o bendecimos, por favor elija bendecir.    

Conclusión: Cuáles con las palabras que das en tu familia para construir familias solidas y fructíferas. Cuáles son esas palabras de amino que das a tu esposo y esposa. Da siempre una buena palabra y recibirás una palabra con gracia.   

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